Actualmente con la llegada de html5/CSS3 y el gran impulso que las grandes compañías están dándole a las aplicaciones web (o las "aplicaciones en la nube" como está de moda llamarles), han aparecido muchos freelancers ofreciendo servicios de diseño y programación web.
Y es que hoy en día, ya cualquier persona que sepa usar medianamente photoshop, dreamweaver y tenga conocimientos básicos de PHP, se dice ser un "Desarrollador Web" y por si fuera poco, monta su propia empresa (o startup para que se escuche más fresón) de diseño web y se siente todo un emprendedor. No es por ser pesimista pero seamos sinceros, leer varios tutoriales en internet e instalar wordpress con un tema bonito, no te hace ser un desarrollador web. Según la wikipedia entendemos por desarrollador de software lo siguiente:
Un desarrollador de software es una persona que se dedica a una o más facetas del proceso de desarrollo de software, un ámbito algo más amplio de la programación. Esta persona puede contribuir a la visión general del proyecto más a nivel de aplicación que a nivel de componentes o en las tareas de programación individuales...
¿Osea como? Pues eso, ser un desarrollador de software (o desarrollador web) no se trata sólo de teclear código, de preocuparse por estructuras y bases de datos. Un desarrollador va más allá, realiza un análisis de requerimientos, diseño, programación, implementación, mantenimiento y pruebas, e incluso análisis de costo-beneficio, nichos de mercado, presupuesto y calendarios de trabajo.